Otro test de diagnóstico empleado por los sun-un (así llamaban a los médicos), para distinguir las mujeres fértiles de las estériles consistía en depositar un diente de ajo dentro de la vagina de la paciente durante toda la noche, hasta el alba. Si el olor del ajo pasaba hasta su boca, la mujer tendría un hijo, su su aliento no desprendía este olor, era estéril.
Fuente: Historia del Sexo, Libros Muy Interesante